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Es famosa la imagen de esta formación provocada por la erosión en las rocas más suaves al ser golpeadas por la marea constante que poco a poco originaron el hueco que se observa. Al ser de piedra caliza, aunque hoy sobrevive, sigue siendo horadada y algún día va a ceder, sin dejar nada del famoso arco de Durdle Door.
Ubicado en el estado de Dorset, sobre el famoso canal de la Mancha, compite en fama con la Costa Jurásica y sus impresionantes accidentes geográficos, hace parte del conjunto que fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
Con un arco que presenta un pie en tierra y el otro en el profundo mar, que parece tallado a la perfección invita al paseante a detenerse en su contemplación, tomar un respiro y sacarse unas buenas fotos, dignas de cualquier postal.
Pero no es solo la formación rocosa el imán que nos puede llevar hasta este sitio, detrás de los acantilados se puede llegar a una playa que también ha ido cambiando con el tiempo. En otro tiempo se dividía en tres caletas, aunque hoy forman una sola playa de gran extensión, y aunque cuenta con baños públicos, no hay donde tomar algo o resguardarse del sol.
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Pero no solo es playa, brisa y mar.
Se puede dar un paseo por las verdes colinas detrás de la playa, disfrutando la vista del mar y la campiña inglesa. Con vastas praderas y fresca brisa, se podrá encontrar en el verano una tienda de recuerdos como rocas y fósiles, además de bebidas refrescantes.
Una de las más famosas imágenes de la Costa Jurásica, una playa que puede cambiar de extensión de acuerdo a las mareas, un paisaje verde y que permite la observación panorámica, son algunos de los atractivos que ofrece este increíble lugar.
