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A tan solo una hora en coche de la ciudad de Valencia se encuentra el pequeño municipio de Chulilla. Con apenas mil habitantes, este pintoresco pueblo de la Serranía Valenciana se consolida como uno de los pueblos más bonitos de todo el litoral mediterráneo.
Si estás pensando en hacer una escapada por Valencia y sus alrededores, aquí tienes una lista con las cosas para hacer y visitar durante tu parada obligatoria en Chulilla. ¡Empezamos!
¿Qué hacer en Chulilla?
Si tienes pensado pasar por Chulilla pero no tienes claro qué puedes hacer, toma nota de estas cuatro cosas que puedes hacer:
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El camino se hace al andar
Uno de los mayores atractivos de Chulilla son sus rutas y senderos, los cuales son perfectos para practicar senderismo. Más de 60 km de caminos transcurren por los bonitos rincones y parajes de la localidad.
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Se dice que todos los caminos llevan a Roma y en este caso, todas las rutas llevan a Chulilla. Pues todas las rutas se encuentran cerca del núcleo urbano y coinciden en el mismo lugar, la plaza de la Baronía.
Recorriendo las nueve rutas de Chulilla se atraviesan una gran variedad de paisajes que van desde impresionantes precipicios, montañas escarpadas y abruptas, hasta zonas llanas, paisajes fluviales y campos. ¡Incluso en algunas de ellas se pueden observar pinturas rupestres!
Destaca “La Ruta del Charco Azul” una ruta de 3,85 km de longitud en la que a medida que se va alejando de la zona urbana se va introduciendo en el asombroso Cañón del Turia con un impresionante paisaje, fruto de la erosión del río con paredes rectas que nos llevarán a nuestro destino. El Charco Azul es un remanso natural del Río Turia y que prosigue por un paisaje repleto de cuevas como La Cueva del Gollizno y La Cueva del Tesoro.
La siguiente parada es la Ruta de los Pantaneros, una ruta de 5,05 km que recorre las hoces del Turia. Este camino exige un poco más de cuidado y habilidad que el anterior. Se trata de una profunda garganta, un espectacular cañón con paredes verticales de hasta 80 m de altura, el barranco de Valfiguera, el Bosque de Ribera junto al río y el Matorral Mediterráneo son algunos de los increíbles parajes que surcan esta impresionante ruta.
Naturaleza e historia distinguen la Ruta de los Pantaneros, pero también la aventura; ya que un tramo de esta ruta se realiza atravesando dos puente colgantes. ¡Una experiencia inigualable!
Un pasado medieval y patrimonio de la humanidad
Chulilla está gobernado por su imponente castillo de origen islámico situado en la cima de un cerro en torno al cual se organiza el núcleo del pueblo.
Actualmente solo nos quedan los restos de lo que un día fue Chulilla, apenas dos de sus ermitas, dos torres y una de las puertas de la que fue la muralla protectora del municipio, ruinas que constituyen, junto con su casco antiguo, el patrimonio de Chulilla, el cual se distribuye a lo largo de la ladera de la colina con pendientes y escaleras.
Además, también se encuentran yacimientos de la Edad del Bronce y las pinturas rupestres del Barranco de la Falfiguera, declaradas por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
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Una parada para repostar
La gastronomía de Chulilla abre el apetito a cualquier viajero. Entre sus platos típicos destacan la olla de carne, la olla de berzas, el rin-ran y el ajo arriero, platos elaborados con productos locales valencianos. Y para finalizar, de postre podemos tomar congretes, mantecados y tortas de almendra aunque el protagonista de los dulces es el requiño, un postre parecido al panquemao, pero algo más dulce.
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Deportes y aventura
En Chulilla hay planes de todo tipo, para los más atrevidos la escalada es deporte nacional en Chulilla, donde hay 36 sectores de diferente dificultad. Y para los que no se atreven a tanto, se puede simplemente disfrutar de una ruta a caballo o en bicicleta por los alrededores de la zona.
Ahora que ya lo sabes todo sobre Chulilla, solo te queda conocerlo por ti misma/o, ¡anímate a disfrutar de unos días de desconexión en esta maravilla valenciana!
