Nuestras recomendaciones
Ubicada a solo 170 kilómetros de la ciudad de Londres, a orillas del río Severn, ofrece a propios y turistas un incontable número de atracciones.
Siendo puerto y uno de los dos centros administrativos del suroeste de Inglaterra, presenta un ambiente de prosperidad cultural, gastronómica y educativa sin igual.
Premiada como “Capital Verde de Europa”, en 2015, ha sido catalogada como el mejor sitio para vivir por el Sunday Times en los años 2014 y 2017. Títulos que le otorgan otro atractivo más que invita a recorrerla y reconocerla en todos sus vericuetos.
Si lo que se quiere es realizar un recorrido religioso y culturar, no se puede dejar de visitar las catedrales de Bristol y Clifton antiguas abadías llenas de reliquias en las tumbas de los abades, e incluso relieves sajones del año 1050, hasta la Elder Lady Chapel y Easter Lady Chapel, iglesias de estilo gótico maravillosamente conservadas.
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Pasar luego por el Castillo de Blaise donde se exhibe armamento, mobiliario y vestuario de la época medieval que hacen sentir al visitante dama o caballero de aquel tiempo.
Pero no todo son castillos e iglesias en Bristol. Es una ciudad con una movida cultural, de arte urbano y festiva que la han convertido en una de las más frescas y atractivas de toda Inglaterra.
Al contar con una fábrica de globos aerostáticos, se desarrolla allí, anualmente, el Festival Internacional de los mismos, donde se puede disfrutar de la creatividad y magnificencia de estos monstruos del aire.
De paseo por la ciudad, el turista puede rodar entre la parte antigua y la más moderna, para no cansarse nunca de los descubrimientos que puede hacer en cualquiera de ellas.
Sitio obligado de visita es también la Queen Square, plaza georgiana cuadrada con su bello parque en el centro que ofrece un remanso de paz en la travesía.
Y luego pasar por la King Street, donde se puede disfrutar del llamado “Beermuda Triangle” – algo así como el “Triángulo de la Cervermudas”, constituido por tres bares, donde se puede disfrutar de deliciosas cervezas artesanales.
Vámonos ahora de ronda por el Saint Nicholas Market, cariñosamente llamado St. Nick’s, construcción del siglo XVIII, con sus pequeñas tiendas de comida y artesanías, aunque también encontramos artículos Made in China.
Seguramente que una de las más reconocidas figuras en el arte urbano es Bansky, oriundo de Bristol, ciudad donde se pueden observar algunas de sus primeras obras que podemos descubrir en distintos lugares de la ciudad.
Pero Bristol es más que Bansky en lo que se refiere al street art o arte urbano, diversidad de graffitis en en el barrio Stockes Croft dan cuenta del espíritu rebelde, bohemio y bello de este tipo de arte.
Volviendo sobre nuestros pasos nos damos un giro por el barrio de Clifton, elegante, con sus casas de estilo georgiano, sus tiendas de moda y cafés muy agradables, hacen de este recorrido un ameno paseo vespertino, que sin falta debe terminar en su puente colgante, icono de la ciudad por excelencia.
Si lo que quiere el visitante es empaparse de arte, lo más recomendable es que se dé una pasadita por el Bristol Museum and Art Gallery, donde podrá disfrutar de arte egipcio, asirio o de Benin que se mezclan con una caravana gitana y cuadros del impresionismo y renacentismo italiano.
Podría decirse que es casi un mini British Museum con igual riqueza pero que permite recorrerlo sin cansancio y admirando todas sus obras en poco tiempo.
Y para terminar nada mejor que deleitarse con una auténtica obra de teatro en el Bristol Hippodrome, sobreviviente de la segunda guerra mundial, pero destruido su escenario después por un incendio que respetó el auditorio, fue reabierto diez meses después, donde se han presentado obras como Cats y Los Miserables con gran éxito.
Como se ve hay para todos los gustos en este recorrido por la bella Bristol.