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Nuestro día empezó el día atiborrándonos a comida en el hotel, curiosamente teníamos que cruzar la calle para desayunar. El tráfico era importante y caótico, cruzar el paso de cebra un deporte de riesgo.
Tras desayunar, la primera estación fue la plaza del parlamento. La plaza Syntagma. Para ir, el billete de metro eran 2 euros por cabeza, no era de extrañar que la gente se colara. En la plaza se podían ver las flores que homenajeaban a un jubilado que hace unos meses se suicidó ahí mismo, y desato la ira de una sociedad griega que se identificó con la víctima.
Caminando hacia el barrio de Plaza nos encontramos con el famoso Templo de Zeus, un conjunto arqueológico en mitad del ensordecedor y caótico tráfico griego. Desde ahí, se puede ir andando a los barrios de Plaka y Monastiraki, los barrios más turísticos de Atenas. El barrio de Plaka, repleto de tiendas de souvenis y tiendas de artesanía, es una zona muy agradable para pasear.
Todo ello observado desde arriba por el gran Partenón. Metiéndonos en la profundidad del barrio encontramos sitios para comer, un mercadillo de segunda mano, etc… En las faldas de la montaña en la que está el Partenón está el gigantesco museo de la Acropolis. Una visita obligatoria en la que puedes refugiarte un par de horas del insoportable calor y ver las excavaciones que en el se encuentran.
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Por la tarde, tras coger fuerzas en el hotel, y refugiándonos del insoportable calor fuimos a ver el Partenón y el tempo de la diosa Atenea.
Visitando el Ágora. Dando una vuelta por el Pireo
La visita al Ágora es más o menos llevadero por el calor, ya que hay árboles en los que te puedes refugiar, y aspersores en los que meter la cabeza de vez en cuando. Lo anterior no sirve para el antiguo cementerio y la biblioteca, ya que no hay ni una sombra en toda la visita.
Casualmente, estando allí, recibimos una llamada de Ronan, un amigo nuestro que vive en Francia y justo esos días iba a dar una conferencia de matemáticas cerca de Atenas. Con él fuimos al puerto del Pireo a sacar los billetes para ir a Mykonos. Durante el trayecto en metro se pasa al lado del estadio del Olimpiakos.
El puerto del Pireo es el más importante de Europa a nivel de pasajeros. La zona del Pireo es en realidad una ciudad diferente a Atenas, y que goza de una autonomía fiscal propia, por lo que las grandes empresas tienen allí su sede para eludir pagar impuestos.
Por la noche, cenamos con nuestro amigo Ronan en un restaurante en barrio de Plaka cuya mesa estaba en la terraza y se podía la Acrópolis de forma directa, sin nada que la tapase, sin duda un momento para no olvidar
Vuelos recomendados
Aeropuerto de Atenas
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