Nuestras recomendaciones
Con el objetivo de darte ideas sobre que comer en tu visita a la República Checa, a continuación te damos una lista sobre los platos más recomendados.
Svíčková na smetaně (solomillo marinado)
Este plato es uno de los más típicos de la cocina checa; de hecho, su receta original es de 1826 y apenas se ha alterado hasta el día de hoy. Lo cierto es que hay que disponer de bastante tiempo a la hora de prepararlo y la receta es algo elaborada, pero el resultado final merece la pena.
Se prepara con solomillo de ternera marinado y una salsa checa que se elabora con verduras como cebollas, apio, puerros o nabos; uno de sus ingredientes principales, la zanahoria, le da un atractivo color naranja.
La calidad de la carne que se utilice para su elaboración es decisiva a la hora de conseguir que el resultado sea perfecto. Aunque es algo más caro, es mejor que sea un solomillo real; cocinado a fuego lento queda muy tierno y prácticamente se deshace en la boca.
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Aunque evidentemente puede comerse durante todo el año, el Svíčková na smetaně es ideal para las épocas de frío.
Bramboračka (sopa de patata)
Este rico entrante también es ideal para entrar en calor. Las sopas son una gran tradición en la cocina de la República Checa. Esta se prepara a base de patatas a las que se le agregan champiñones, setas y varias verduras como zanahoria, nabo, apio o cebolla.
Para hacerla todavía más sabrosa se le suelen añadir especias como perejil o pimienta.
Knedlíky
Los Knedlíky, también conocidos como dumplings, son un típico alimento checo. Se elaboran cociendo en un líquido, como sopa o agua, trozos de masa de forma redondeada o de rulo, para cortarlos en trozos. Pueden ser dulces o salados.
Resultan perfectos para acompañar platos como sopa, estofados o carne y también pueden consumirse solos. Asimismo, gracias a su textura agradable y suave, son idóneos para acompañar salsas de otro tipo de platos principales.
Por otro lado, también se rellenan de tocino o carne, o de frutas y ciruelas, sirviendo de postre. Sin duda, un alimento todoterreno.
Otros platos de la cocina checa
Gulášová polévka (sopa de goulash): Esta sopa es muy típica. Generalmente se sirve dentro de un pan redondo de corteza dura, al que previamente se le saca la miga.
Jamón de Praga: Es muy tradicional comprarlo en los puestos callejeros, como los de la Plaza vieja de Praga. Se asan allí mismo y se pueden llevar para disfrutarlos en otro lugar.
Pato asado: La carne de pato es muy apreciada en este país y se usa mucho en los platos tradicionales.
Kolache: Un postre tan célebre que hasta hay un festival en su honor. Se trata de un pastel de frutas que puede elaborarse de diversas formas. Por ejemplo, con una base de queso fresco, acompañado de azúcar y mantequilla, y aderezado con algunos trozos de frutas.
Nakládaný hermelín: Es un queso marinado en aceite con cebolla, pimientos y especias. Se sirve acompañado de pan.
Vuelos recomendados
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