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Con dos millones y medio de habitantes, la capital rumana es el centro industrial y comercial más importante del país. Presentando una fusión entre lo antiguo y lo moderno, y habiendo atravesado importantes procesos de modernización y refacción, Bucarest se convierte en un hermoso lugar para visitar, cuyos encantos envuelven lo que ha sido históricamente y lo que recientemente tiene para dar. Te invitamos a leer este artículo con valiosos consejos para un viaje sin sobresaltos y una estadía fantástica. ¡Vamos!
¿Qué tan segura es Bucarest?
Si hay algo de lo que Bucarest puede presumir, es de ser realmente segura. Los delitos violentos son muy poco comunes, puedes caminar seguro por la calle y, a diferencia de otras grandes ciudades del mundo, casi no hay carteristas atentos a que te distraigas para quitarte tus pertenencias sin que te des cuenta. Ojo, esto no significa que debas relajarte (ni en Bucarest ni en ninguna parte deberías dejar de estar alerta) porque la probabilidad existe siempre. Ah, y no hay terrorismo, eso puede dejarte tranquilo.
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El transporte público y Uber funcionan de maravilla y puedes usarlos para manejarte sin ningún tipo de inconveniente, aunque deberías tener cuidado con los taxis, ya que están acostumbrados a cobrarte más de lo que corresponde. Si te subes a uno, haz lo que hacen los residentes locales: pregúntales cuánto es el total del viaje, paga el total y diles que apaguen el taxímetro.
Barrios inseguros en Bucarest
Bien, a ninguno le gustaría terminar en el lado feo de la ciudad y arriesgarse a que le roben, así que es importante saber a dónde (no) ir. Bucarest se divide, al igual que ciudades como París, en distritos (aunque París tiene veinte y Bucarest solo seis), y el distrito 5 concentra todos aquello con lo que no te quieres cruzar. Se ubica en el sector sudoeste de la ciudad, y tiene barrios de los cuales es mejor mantenerse lejos, como Rahova y Ferentari.
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Para empezar, si eres un turista, no hay razón para visitar esos barrios; no son interesantes, su arquitectura no es precisamente una belleza, son sucios y no son seguros como el resto de la ciudad. Encontrarás mendigos por todas partes, carteristas muy hábiles (aquí sí que los hay), robo de autos y crimen organizado. En resumen, no pierdas tu tiempo en estos lugares, pues sólo te estás arriesgando.
En el mismo distrito tienes otros dos barrios con mala reputación: Pantelimon y Giuleşti. El primero está lleno de pandillas, y Giuleşti es simplemente desagradable a la vista. Hay perros perdidos (y peligrosos) por doquier, las calles están plagadas de baches, las aceras están rotas haciendo que sea fácil lastimarse, y puedes encontrar basura tirada por todas partes. A menos que tengas un motivo específico para ir a estos barrios, ni los consideres. No son turísticos, son peligrosos y no tienen nada bueno para ofrecerte.
Pero esto no implica un gran problema. Lo bueno, es que Bucarest sigue siendo realmente segura y estos barrios son la gran minoría. Proceder con sentido común y precaución es todo lo que necesitas para pasarla genial y sin sobresaltos. ¡Buen viaje!
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